Estoy muy contenta de encontrarme en Valparaíso, recién llegada al país luego de un breve pero intenso paso por Bolivia. Porque en mi calidad de Presidenta pro témpore de Unasur, asistí a una reunión extraordinaria de representantes de Parlamentos Nacionales y Subregionales de este grupo, y participé, además, en la ceremonia de colocación de la primera piedra, ellos le dicen "la piedra fundamental", en la localidad de San Benito, de la que será la sede del futuro edificio del Parlamento de Unasur.
Tuve la oportunidad de reunirme con el Presidente Evo Morales y hablar también sobre la agenda bilateral entre Chile y Bolivia, y también la manera cómo hemos ido logrando los acuerdos y los avances a partir de la Declaración de La Moneda, que suscribiéramos el mes pasado en Santiago.
Instancias como Unasur nos permiten enfrentar unidos situaciones tan complejas como la crisis política de Bolivia, pero también la crisis económica que hoy amenaza a todas las economías del mundo, de lo que obviamente América Latina no está libre.
Tenemos las herramientas y la voluntad política de los países de la región para actuar de manera coordinada y enfrentar una crisis que sin duda puede afectar a América Latina y a sus sueños y anhelos de salir de la pobreza y de construir sociedades más justas en nuestros países.
Y no cabe duda que actuar juntos también nos va a ayudar a obtener mejores resultados en esta delicada situación económica internacional.
Por eso que es tan importante entender la relevancia de estas reuniones y no es bueno quedarse en críticas fáciles o pequeñeces, porque eso no permite ver el fondo del asunto, lo que verdaderamente importa, lo que es fundamental para nuestros pueblos.
América Latina ha experimentado un crecimiento sostenido en la última década. Según la CEPAL, 31 millones de personas han salido de la pobreza en esta región entre el año 2002 y el año 2008.
Y por eso es que no podemos farrearnos estas oportunidades, y los hechos recientes demuestran que la mejor manera de enfrentar la crisis, es justamente trabajando unidos. Lo estamos haciendo en Chile, con todas las fuerzas políticas, y podemos hacerlo en nuestra América si alcanzamos los acuerdos necesarios.
Y Unasur, justamente, nos brinda esa posibilidad, y es nuestro deber hacer todos los esfuerzos para superar esa crisis que, debo decir, no hace distingos entre países ricos y países en desarrollo.
Pero volvamos a lo que ahora nos convoca, y es la alegría de estar acá, creo que el subsecretario ha sido muy claro y bastante extenso en lo que ha sido todo un programa de mejoramiento de la infraestructura vial en esta región, que es beneficioso no sólo para el puerto de Valparaíso sino, por cierto, para todo el país.
Hemos hecho, literalmente, un largo camino, que alienta, sin embargo, el progreso de la zona, que facilita las actividades económicas regionales y que, al mismo tiempo, implica, como es más que evidente para todos los que están aquí, un mejoramiento de la calidad de vida de la ciudad.
Tenemos un país que crece, que aumenta el comercio exterior, que se diversifica y que, por tanto, requiere nuevas obras de infraestructura que estén a la altura de las nuevas exigencias que al país se le plantean.
Y lo que queremos son mejores vías, pero, al mismo tiempo, ciudades más amables, menos contaminadas y menos congestionadas. Y creemos que el Camino la Pólvora cumple ambos propósitos.
Hoy vemos terminada la cuarta etapa de este ambicioso proyecto. Hemos sido testigos cómo esta obra le ha cambiado la cara a Valparaíso y estamos hablando de un total de 22 kilómetros, que han significado una gran inversión.
Como ya se ha dicho aquí, los vehículos que antes transitaban por la Ruta 68 ó por la Ruta 60 CH hacia o desde el puerto, podrán utilizar una nueva vía de acceso, con un importante ahorro de tiempo.
Asegura un tránsito más adecuado y ágil, particularmente para los camiones de carga, que no deberán circular por toda la ciudad hasta llegar al puerto.
Pero también la implementación de la Zona de Extensión de Apoyo Logístico -ZEAL- por parte de la Empresa Portuaria de Valparaíso, va a ayudar a concentrar las actividades logísticas que antes se llevaban a cabo en el puerto.
Esta zona se ha desarrollado también con altos estándares, lo que va a permitir un mejor control y mayor agilidad en las actividades.
Y la competitividad de servicios amplía las oportunidades económicas y de empleo en una región y en una comuna donde siempre mejorar el empleo es un anhelo que todos tenemos.
Pero esta inversión, junto con su dimensión de conectividad y de productividad, está concebida como todas las obras de infraestructura que hemos ido desarrollando, en que queremos que el resultado, por cierto, se traduzca en el objetivo inmediato, directo, como en el caso de esto es mejorar el transporte de vehículos de carga, pero sobre todo pensando en lo que yo le he pedido a los ministros, subsecretarios, jefes de servicio, intendentes, gobernadores y Seremis, que tengan siempre en el foco principal de sus actividades el mejoramiento de la calidad de vida y dignidad de las personas, en este caso los habitantes de Valparaíso.
Porque nos interesa, efectivamente, que esta modernización se traduzca en aliviar la congestión de calles, que reduzca la contaminación ambiental y por cierto la acústica. Y también, de paso, disminuir la tasa de accidentes y crear espacios urbanos que hagan la vida de las personas mucho más grata. Y, en ese sentido, estamos convencidos que este acceso también va a cumplir esa tarea.
Sin vehículos de carga, los porteños y porteñas tendrán por fin una avenida Argentina más transitable, más descontaminada y ciertamente más segura.
Y para reafirmar esto, en los próximos días se va a dictar el decreto del Ministerio de Transportes que restringe el tránsito de camiones por la avenida Argentina.
El subsecretario no dijo algo que les voy a decir a ustedes, porque está realmente chocho, podemos decir, y es porque todo este trabajo está realizado no por una concesión, sino por la Dirección de Vialidad, y está en los mejores estándares, tan buenos, él capaz que haya dicho hasta mejores, que los de las concesiones.
Entonces, eso es muy bueno, porque a veces se cuestiona la eficiencia del Estado para hacer las cosas, y yo creo que ésta es una nueva manera de demostrar que el Estado puede hacer las cosas bien, y que tenemos que trabajar el sector público con el sector privado, eso no cabe la menor duda.
Pero decir que aquí se ha mostrado capacidad y eficiencia, y es siempre bueno recordarlo.
Paralelamente, vemos que esta obra implica un estímulo extra al turismo en esta maravillosa ciudad patrimonial. Reiterar aquí mi compromiso con Valparaíso Patrimonio de la Humanidad. Además, como una embajadora, que es nombrada el año 2006, junto a Paulina Urrutia como embajadoras de Valparaíso. Así que cumplimos este rol siempre que podemos.
Con la recuperación del borde costero de avenida Altamirano, que ya señaló el subsecretario, sin duda que hará también de este lugar un lugar más hermoso y más acogedor.
Y ciertamente yo creo que con este camino se abren además potencialidades de crecimiento para Valparaíso. Vemos que puede ampliarse más allá de sus cerros y tiene más opciones de crecimiento urbano hacia el sur, hacia el sector alto, potenciando y facilitando, además, todo el desarrollo de la floreciente zona de Curauma.
En momentos de inestabilidad de la economía mundial, y conscientes de que las consecuencias de la crisis nos afectarán de uno u otro modo, yo quiero aquí, frente a ustedes, reafirmar la voluntad de mi gobierno de hacer todo lo que esté en nuestras manos para neutralizar los efectos más perniciosos.
Queremos proteger nuestra economía, seguir alentando las inversiones y, por supuesto, algo central, alentar la creación de puestos de trabajo.
Y es por eso que lo hemos dicho, es que creemos que el presupuesto del 2009 que estamos enviando, que tenemos en el Parlamento, es un presupuesto que por un lado crece, no se queda igual, no disminuye, crece, y si bien crece en un 5,7%, crece un 8,8 en todo lo que es obras públicas y vivienda, que son áreas que generan mucha capacidad de nuevos empleos.
Y también tiene un alto crecimiento en todo lo referido a gasto social, para ir en apoyo de las familias más necesitadas y para poder, por ejemplo, construir, con los compromisos que tenemos el próximo año, del nuevo grupo de personas que van a ser beneficiarios de la reforma previsional y también del incremento del monto de la pensión básica solidaria, de 60 mil este año a 75 mil el próximo, de 600 mil personas este año a 800 mil el próximo, y así, una serie de otros beneficios.
Entonces, no vamos a estar como otros países, que a lo mejor frente a esta crisis se van ver en la complejidad de tener que decidir si es que limitan presupuesto, si limitan beneficios, si van a poder cumplir con la palabra empeñada.
Y quiero decir: vamos a poder cumplir con la palabra empeñada, porque hemos hecho las cosas de manera prudente, de manera responsable y vamos a tener un presupuesto que se va a hacer cargo de que la economía siga creciendo, siga beneficiándose con medidas que permitan ir en apoyo de quienes generalmente son más vulnerables, los más pobres, la clase media, las Pymes, pero que a la vez podamos generar más empleo.
Queremos que el Estado cumpla con su obligación de ser un agente dinamizador de la actividad económica. No aceptamos, la verdad que no aceptamos como fatalidad que las actividades productivas pierdan dinamismo.
Se dice que las crisis son también oportunidades. Pues bien, yo creo que tenemos que entender que si hay una crisis internacional, lo que nos genere tenemos que mirarlo como una oportunidad, y queremos que Chile no se deje amilanar y aproveche las oportunidades que esta crisis también nos plantea.
Y esta obra que inauguramos hoy simboliza nuestro compromiso con el desarrollo. Así, Valparaíso se moderniza de la mano de sus habitantes, respondiendo con orgullo a su condición de ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Feliz de compartir este buen momento con ustedes, muchas gracias y que buena bienvenida de vuelta a mi país.
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