Encuentro con Presidentes de Partidos Políticos - Oct.13, 2008

En estos días en que la inquietud y la incertidumbre se apoderan de todo el mundo, he dicho que Chile puede estar tranquilo. Tenemos claras fortalezas para hacer frente a esta crisis internacional. Hay exportaciones diversificadas; una política de responsabilidad fiscal que hoy muestra sus resultados; importantes ahorros; una deuda pública muy baja y un sistema financiero estable.

Y quisiera resaltar una segunda fortaleza, tal vez incluso más importante que los indicadores que acabo de mencionar: en Chile, todos los sectores estamos de acuerdo que esta coyuntura internacional hay que enfrentarla con unidad nacional y no buscando ventajas que no ayudan.

Nuevamente Chile está mostrando al mundo que en momentos de dificultad somos capaces de ponernos de acuerdo y trabajar todos juntos para salir adelante. Y ha quedado refrendado en la reunión que he sostenido con los presidentes de los partidos políticos.

Y esta voluntad unitaria es, a mi juicio, sin lugar a duda, nuestra más importante coraza ante la incertidumbre que viene de los mercados externos.

Pero, también quiero ser clara: Chile está bien preparado, pero no puede pretender estar inmune frente a los efectos de una crisis externa.

A lo largo de nuestra historia, hemos visto cómo las dificultades internacionales pueden repercutir en nuestras posibilidades de crecimiento y desarrollo. De todos nosotros, entonces, depende el que trabajemos con responsabilidad y unidad para salir adelante.

Desde el primer momento el gobierno ha avanzado en esta dirección, atento a los problemas, tomando las medidas que le corresponde.

Y creo que puedo afirmar que seguiremos actuando con igual seriedad, para que los efectos de este remezón, este remezón externo, no recaigan en quienes habitualmente las crisis recaen, que son las personas más vulnerables.

Confío en que lo mismo harán los partidos, los empresarios, los trabajadores y la sociedad en su conjunto, porque creemos que hoy día lo que tenemos que perseguir son objetivos y resolver los intereses globales y colectivos del país.

Es momento de unirse, con nuestras legítimas diferencias, para salir adelante.

Y estoy cierta de que los chilenos y chilenas estarán a la altura de los desafíos y sabrán resguardar esto que es central en esta crisis que no es sólo crisis financiera, sino de confianza, cual es este capital de credibilidad del país que hoy es reconocido y valorado en todo el mundo.

La gente puede estar, yo he dicho, razonablemente tranquila, porque el haber hecho bien las cosas en tiempos de bonanza, nos permite afirmar con total certeza que ninguno de los programas sociales se va a ver afectado.

Las personas, y en particular los más pobres, pueden tener la seguridad de que no serán ellos los que pagarán los costos de esta crisis internacional, porque no han sido ellos los responsables de esta crisis, ni de la codicia, ni del afán de enriquecimiento irresponsable que ha llevado a que hoy las principales economías del mundo enfrenten dificultades como las que vemos.

Y, por tanto, nuestro programa social, en el presupuesto para el 2009, es un elemento central, y también el empleo va a seguir siendo uno de los elementos centrales de nuestras medidas y de nuestra aproximación al problema.

En relación a las Pymes y al sector exportador, hemos preparado un conjunto de medidas para garantizar el acceso al financiamiento que acaban de anunciar los ministros de Economía y de Hacienda. Y eso es muy importante, dado el rol en la generación de empleo que tienen las Pymes, se dice, 70 a 80% del empleo es generado por las pequeñas y medianas empresas.

Así también, no será la gente de la clase media, ni los trabajadores ni los emprendedores, porque no queremos que ni la clase media ni los trabajadores ni emprendedores sean los que tengan que responder por lo que otros no supieron hacer.

Y en ese sentido, es que quiero insistir en que el país puede estar razonablemente tranquilo.

Y de todos nosotros depende, entonces, cuidar el lenguaje, los diagnósticos sin fundamentos y los pesimismos que pueden transformarse en profecías autocumplidas.

En lo inmediato, significa, y cuando digo "en lo inmediato", llevar adelante las medidas enunciadas por los ministros, iniciativas que están en curso para reforzar nuestra economía, bueno, en los plazos que corresponde sacar adelante el presupuesto 2009, que pone el acento justamente en protección social, pero a la vez, en apoyo, innovación y emprendimiento. Es decir, a seguir creciendo y a generar más empleo.

El seguro de cesantía también es un elemento importante que podamos aprobar, la modernización de Codelco y otras reformas del Estado.

Impulsar las medidas para el mercado de capitales y la modernización, y que nos permita enfrentar, como decía, con más fortaleza el incierto panorama de la economía mundial.

Quiero agradecer a todos los presidentes de los partidos aquí presentes, por la confianza que han depositado y, por sobre todo, su disposición a trabajar por el país, por sobre cualquier otro objetivo.

Y, a la vez, he instruido a los equipos económicos que se reúnan con las organizaciones productivas, con los trabajadores, con los centros de estudio o de investigación ligados al mundo político, ligado a las academias, para consensuar con todos los sectores los caminos que nos permitan salir fortalecidos de esta coyuntura.

Somos una nación que mira al futuro y que es capaz de mostrar al mundo en esta coyuntura adversa, que podemos seguir avanzando, creciendo y, al mismo tiempo, asegurando cada día mayores niveles de protección social a todas las chilenas y chilenos.

Así que, muchas gracias a los presidentes de los partidos, muchas gracias a todos.

Speech taken from http://www.prensapresidencia.cl/view/view-historico.asp?tipo=Discurso